Los orígenes de Toledo

Toledo floreció en la época medieval durante la convivencia pacífica de cristianos, musulmanes y judíos. Este hecho ha dejado atrás una ciudad amurallada y un poco mística. Los monumentos de Toledo se apiñan en una anarquía vertiginosa de épocas y estilos, creando una mezcla de casas colgadas medievales, iglesias, sinagogas y mezquitas. La ciudad que El Greco retrató en algunos de sus raros paisajes ha cambiado poco en los últimos años. Rodeado por el Río Tajo, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es una de las ciudades más visitadas de España. Elementos del cristianomo, musulmanes y de origen judío continúan complementarse mutuamente en esta ciudad, a menudo en el mismo edificio. La catedral es una mezcla compleja de estilos arquitectónicos y artísticos. Dos sinagogas, Sinagoga del Tránsito y Sinagoga de Santa María la Blanca, y un museo, el Museo Sefardí, son todo lo que queda de lo que fue la mayor comunidad judía en España. Recordatorios de la presencia musulmana son visibles cerca de la Puerta del Sol, una puerta Mudéjar del siglo XIV y la mezquita del siglo X, la Mezquita del Cristo de la Luz. Las leyendas y tradiciones de Toledo parecen cobrar más sentido al caer el sol. Los visitantes pueden explorar la misteriosa atmósfera medieval de la ciudad caminando por sus estrechas calles en uno de los muchos tours nocturnos que se organizan en la ciudad. Es una experiencia fascinante que transportará a los viajeros a otra época.