Asturias y Naturaleza

Ropa y calzado cómodo. Esos son dos elementos imprescindibles en la maleta del viajero que pretenda explorar el Paraíso Natural. Asturias es, sobre todo, naturaleza: bosques, playas, cimas, acantilados, lagos, ríos, cuevas... Un paraíso, también, para los amantes del senderismo para que encuentres aquí rutas a tu medida, un destino acorde con tus gustos. No va a ser difícil en una tierra en la que más de un tercio del territorio está protegido. La costa mejor conservada de España. Así presenta Asturias su litoral, compuesto por villas marineras de escapados perfiles, faros encaramados en agrestes acantilados, playas de arena dorada y blanquecinas dunas, puertos de artes tradicionales y una serpenteante senda que conecta sus más de 400 kilómetros de sorprendente orografía. Déjate acunar por el mar Cantábrico, desde la serenidad de tierra firme o sobre su ondulante figura. Los pescados y mariscos que ofrece son un manjar que sabe diferente si se degusta mirando las aguas que los producen. Aterriza en la cultura asturiana. Recorre los trazos de las milenarias pinturas rupestres, siente cómo vivían los ancestros en los castros, disfruta de una arquitectura singular: el prerrománico; investiga a los dinosaurios en el Museo Jurásico (MUJA) y lánzate a seguir sus huellas; admira el Museo Bellas Artes, pisa el Camino de Santiago, déjate embrujar por el sonido de una gaita o por la temporada de Ópera del Campoamor. Cada época se abre en un abrazo sincero. Mantén alerta los cinco sentidos. Es imposible entender Asturias sin los castilletes y las chimeneas que se recortan sobre el horizonte. La historia industrial del Principado está presente en cada recodo del camino y se ha convertido en un aliciente único para el viajero, que puede adentrarse en las entrañas de una mina a cientos de metros bajo tierra o recorrer el Museo del Ferrocarril para entender el arraigo vertebrador de los caminos de metal. Si quieres saber cómo el trabajo moldea la manera de vivir, este es tu lugar. Una despensa a la altura de los insaciables sibaritas de la gastronomía se cultiva en Asturias. Es una cocina de producto, con ingredientes de proximidad recogidos de sus huertas y pescados en sus mares, con carnes de razas autóctonas y recetas tradicionales que se pueden presentar en su versión original o revisadas de acuerdo a las nuevas tendencias. No puede faltar en la mesa alguna de las variedades de queso o la sidra, la bebida que forma parte de la idiosincrasia local. Empieza a saborearlos.